Ya te he contado que yo, antes viajaba mucho. Entre 800 y 1.000 Km por semana, entre 8 y 10h de coche cada semana.
Una maldita jornada laboral invertida en llegar y volver de mi destino.
Entre los años 2012 y finales de 2017, madrugones a las 5:00. Y luego, carretera durante cuatro horitas. Mucha radio. Mucho café.
Durante el viaje, pensaba.
Como soy un ser de luz, ingenuo y cándido, me creía a Elon Musk que prometía el coche autónomo.
Para 2020, decía.
Idiota.
Idiota, yo, por hacer caso.
Por pensar que un tipo con claros intereses en posicionar su compañía y su producto estrella, iba a decir la verdad.
Pues ahí iba yo, pensando en lo que haría si el coche pudiera llegar solo a su destino.
Dormir, probablemente.
O trabajar.
Jugar a un videojuego.
Pues resulta, que sí que voy a ser un ser de luz ingenuo y cándido.
Porque mientras yo pensaba eso, un informe de Annals of Tourism Research de 2018, decía otra cosa.
Que los coches autónomos tendrían otro uso.
Uno que ya sabes.
Tralarí, tralará.
Sexo, vaya.
Resulta que, mientras yo iba pensando en usos útiles para mí, gente con malas ideas estaba dándole al cerebro para pensar en otros usos de un coche que no necesita conductor.
Ya te conté que la CIA tiene a un grupo de gente calculando riesgos. Estos tíos ven un coche autónomo y piensan en un arma.
Así que supongo que los de Annals of Tourism Research, están más salidos que los bonobos.
Nota curiosa: los bonobos solucionan los problemas territoriales follando.
Es así.
Lo curioso de todo esto no es que un tipo salido haga un informe sobre usos y abusos del coche autónomo.
No.
Lo curioso es que la prensa recogiera hasta la sociedad este estudio.
Porque, a ver, seamos serios, ¿tú habías oído hablar de Annals of Tourism Research? En tu vida.
Pero si un periodista pilla un informe cualquiera que dice cosas jugosonas, el informe, triunfa.
Yo me imagino a la gente en el metro.
Leyendo el 20 Minutos.
Pensando “halahalahala, que van a usar los coches que van solos p’a follar”.
Luego, en la cafetería de la oficina “eh, Paco, ¿sabes para que vas a usar el coche autónomo? P’a follar”.
Gente haciendo memes sobre el tema, en lugar de acabar el informe de final de mes.
En fin, si ya lo has pillado hace rato, lo voy a dejar.
¿Qué te cuento con todo esto?
Algo muy sencillo.
Tú crees que tu público, es complejo. Segmentas a tus clientes. O a tus empleados. Estos son Millenials, estos son Z.
Hombres o mujeres.
Heterosexuales u homosexuales. O no binarios, trans, queer, o robots.
De entornos rurales o urbanos.
Residentes en un barrio periférico de bajos ingresos o de un barrio rico.
Y lo es. Tu cliente, es complejo. O las personas de tu equipo.
Pero luego… leen una noticia hablando de un informe chorra que ha hecho vete tú a saber quién, y se embrutecen.
Se les cae el cerebro a los tobillos. Si no se atasca a la mitad del viaje.
No amigo líder, querida lideresa.
Lo que de verdad le importa a tu cliente, equipo o futura ex-pareja, son cuatro cosas básicas: sexo, status, relaciones sociales y conservar el pelo / las tetas en su sitio más allá de los 45.
Ni zetas, ni gaitas.
Jorge
Después de esto, me sobra hasta la postdata. Anda, apúntate para recibir esto cada día: