Estás de enhorabuena leer esto. De verdad.

Al final del correo, te lo desvelo, palabra. Pero antes, una historia de miedo.

En una galaxia muy, muy lejana, había dos equipos trabajando para un mismo proyecto. Ambos formados por compañeros. Gente que debería desear trabajar junta en un proyecto. O, al menos, no debería pensar en putearse unos a otros.

Pues en un mundo ideal, esa gente hubiera colaborado.

Pero, en el mundo real, ambos grupos no podían convivir.

Entrar en aquel ambiente era peor que el túnel del terror del Parque de Atracciones. Y mira que el maquillaje del tipo que hace de Freddy Krueger es cutre de narices, que lo es. Y da un mal rollo que te pasas.

Pues entrar en medio de aquellos dos grupos, era peor.

¿Los motivos?

Dan igual. Se pueden sintetizar en tres palabras: falta de liderazgo.

De verdad, las causas de aquello dan igual. Probablemente ambos grupos tenían razones y motivos para sentirse ofendidos y vilipendiados.

Las afrentas, eran reales. Graves, si me apuras.

El germen de aquello, apuesto lo que sea a que fue ridículamente pequeño.

Así que, lo tengo claro, la responsabilidad de que una pequeña bola de nieve creciera hasta ese extremo, fue de quien no tomó cartas en el asunto en su momento.

Ni luego.

Ni después.

Al día siguiente, tampoco.

Y así durante meses.

Pero, ¿quién fue el figura que permitió aquello?

¿El manager?

¿El director de la cuenta?

¿Greta Thumberg?

No, amado líder, querida lideresa.

O, no solo. Bueno, Greta es inocente en esta ocasión.

La responsabilidad fue de quien no tomó las riendas y no hizo nada. Fue de todos… y probablemente los implicados sintieran que no era de nadie.

Obviamente, quien tenía que haber tomado cartas en el asunto y haber hecho algo en cuanto se olió la tostada, era quien cobraba (más) por ello.

No voy a ser yo el que te diga que mires con optimismo al futuro si sientes que tu compañía te está puteando, porque sé que estar solo, sin apoyo, es muy pero que muy duro.

Pero también te digo que, en muchos casos, una buena comunicación te quita de líos rápido.

Quiero decir, hay quien tuvo más responsabilidad que otros. Pero todos tuvieron parte de la culpa.

Así que, enfilamos el final.

Vamos hacia un futuro en el que las tareas automáticas las va ha hacer una máquina. ¿Todas? Todas.

Así que, cada vez más, por lo que te van a pagar es por tomar buenas decisiones.

Pero, yo soy camarero. Pues decides en cada momento. Quien tiene prisa, quién puede esperar, si molestar a esa pareja que parece estar tensa en este momento, si debes vigilar la mesa de esos chavales que parece que no tienen ganas de pagar…

Yo conduzco reparto paquetes. Mira, mi repartidor habitual me regala sonrisas cada vez que me ve y seguro que tiene malos días. O sabe si puede o no dejar un paquete a los vecinos.

Yo soy CEO de una empresa de naves espaciales. Elon, tú no estás en esta lista. Ya te gustaría. Pero tú ya sabes que te ganas el sueldo por decidir.

Así que, sí, estás en el sitio adecuado.

Recuerda: a más salario, más responsabilidad. Pero decidir, tenemos que decidir todos. Cada vez más. Eso es lo que vas a tener que hacer en el futuro, tomar decisiones inteligentes y que sean buenas.

E influir en otros para que te acompañen.

Y comunicar.

No se me ocurre una mejor definición de liderazgo.

Jorge.

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